Un dato, a propósito del ‘habemus papam’

Habemus papam

La frase proviene del latín clásico y significa literalmente, como muchos saben, tenemos al papa.

El latín funciona con declinaciones, un sistema mediante el cual sustantivos, adjetivos y pronombres cambian de forma según la función que cumplen en la oración: sujeto, objeto directo, posesión, etc. Dicho de manera simple, se modifican las terminaciones según el caso (función gramatical) y el número (singular o plural).

En español, algo de este sistema aún sobrevive. Lo vemos sobre todo en los pronombres que no funcionan como sujeto: me, te, lo, le, mí, ti, etc. Estas formas son residuos directos de las declinaciones latinas. Por eso no decimos esto es para YO, sino esto es para MÍ. En cambio, los sustantivos comunes ya no se declinan: decimos niño tanto si es sujeto como objeto.

Veamos las dos palabras que conforman…

La palabra habemus es la forma de primera persona del plural del verbo habēre, que significa tener o poseer. Este verbo es el origen de formas modernas como have (inglés), haben (alemán), avere (italiano) o avoir (francés). En español, por su parte, dio lugar a dos ramas separadas:

  • haber, usado como auxiliar (he comido),
  • y tener, para la posesión directa (tengo un libro).

En otras lenguas, ambos usos siguen siendo parte de un solo verbo.

Ahora, sobre el sustantivo papa: es un caso peculiar en latín. Aunque pertenece a la primera declinación, que normalmente agrupa sustantivos femeninos, papa es masculino, por tratarse de un título clerical. Una rareza, pero muy real.

En la frase habemus papam, la palabra papam está en acusativo singular, es decir, en el caso del objeto directo, porque es a quien tenemos (no quién tiene algo).

¿Cuáles son las “formas” de papa en latín?

  • Nominativo (sujeto): papa
  • Genitivo (posesión): papae
  • Dativo (objeto indirecto): papae
  • Acusativo (objeto directo): papam
  • Ablativo (medio, compañía, procedencia…): papā
  • Vocativo (llamado): papa

Por eso no se dice habemus papa, sino habemus papam.

Una estructura con siglos de tradición sobre los hombros.