miércoles, octubre 22, 2025
Érase una vez un hombre, o algo parecido. Una mañana, una como tantas otras, abrió los ojos, como los había abierto en tantas otras ocasiones. Simplemente los abrió; espantó con pesadez el sopor habitual del día que comenzaba, esa modorra...
IV Carpe diem, quam minimum credula postero fue lo último que escuché antes de llegar a Vallemar. Vaya viaje —me refiero al recorrido—. Vaya molicie, una embriaguez en conmoción, una paz en inquietud. ¡Qué fue eso! ¿Era posible que fuera cierto? Esplendidez...
Aquella terminal era más cálida de lo que había pensado; sabía tibia, sencilla, inmediata, sin aquellos ribetes erróneos plantados desde siempre en mi cabeza: retraídas, álgidas, con aroma a alejamiento, con semblante de ausencia. Era híbrida como una selva...
error: Content is protected !!