Hace mucho no viajaba. Hace mucho no sentía aquella sensación de traslación, como una hojuela al viento, exhalada por el cierzo, como el agua en su carril, impulsada por sus pies de torrente. Aunque, en realidad, tal vez ésta...
Aquella terminal era más cálida de lo que había pensado; sabía tibia, sencilla, inmediata, sin aquellos ribetes erróneos plantados desde siempre en mi cabeza: retraídas, álgidas, con aroma a alejamiento, con semblante de ausencia. Era híbrida como una selva...
Érase una vez un hombre, o algo parecido.
Una mañana, una como tantas otras, abrió los ojos, como los había abierto en tantas otras ocasiones. Simplemente los abrió; espantó con pesadez el sopor habitual del día que comenzaba, esa modorra...