Usos del apóstrofo

Apóstrofe y apóstrofo no son lo mismo. Claro, su escritura es prácticamente idéntica, y esta similitud provoca que la gente se confunda. Ah, también pasa que a veces la gente ni siquiera sabe que existe el apóstrofo. Irónico es que lo que entienden por apóstrofe es en realidad un apóstrofo

El apóstrofe, con -e, no es esa especie de coma volada, sino una figura retórica. Consiste en la interrupción repentina de un discurso mediante la invocación vehemente a un interlocutor, sea una o varias personas, presentes o ausentes, vivas o muertas, sean seres abstractos o cosas inanimadas, sea, incluso, uno mismo; y para esto se recurre al vocativo.1Nombre o fórmula para identificar a quien se dirige el hablante. No se trata del mensaje en sí, sino de ‘a quién va dirigido el mensaje, el destinatario’.

  • Es mejor que así sea, sencillo, sin complicaciones. Mauricio, debe quedar muy claro.

El discurso, de señalar la necesidad de centrarse en la sencillez, queda suspendido para dar pie a una invocación a Mauricio.

Ahora bien, este apóstrofe, con -e, también es sinónimo de insulto, invectiva, injurio, agravio, es decir, un dicho denigrativo, algo que insulta, que provoca.

  • No estoy dispuesto a tolerar un apóstrofe más.

Y como buen sustantivo, puede tener una familia léxica. Es así como podemos encontrar el verbo apostrofar, dirigir apóstrofes: yo apostrofo (dirijo apóstrofes, insultos), tú apostrofas (diriges apóstrofes, insultos…) él o ella apostrofa (dirige apóstrofes, insultos…)…

El apóstrofo, con -o, en cambio, es un signo ortográfico auxiliar que indica la elisión de una letra o una cifra. Sí, es la coma volada (‘). Se empleaba frecuentemente en el castellano antiguo (d’aquel por de aquel, l’aspereza por la aspereza…), etc. No obstante, en la actualidad su uso se restringe exclusivamente a transcribir expresiones en las que hay elisión de una consonante en la lengua hablada: pa’ él por para él.